domingo, 11 de febrero de 2007

Una noche (Rodrigo Seguel) Cuadro "Letanias de la belleza muerta " de Alfonsina Storni


Nunca le gusto mostrar sus manos huesudas, por eso agradeció la presencia de sus guantes negros de cuerina, sin embargo se saco el izquierdo para tomar su cuello y ver si tenía pulso, hacía frío y ella se veía como una muñeca terrible, pero hermosa, tomó su cuello blanco y confirmó q no tenía pulso mientras miraba su azul ojo derecho abierto , el izquierdo entrecerrado por causa de un hematoma , -hermosos ojos- , pensó para sí mismo , y decidió cerrar el único ojo abierto con su dedo índice, ordenó sus cabellos largos esparcidos en el asfalto como velo negro , a lo lejos se escuchaban los sollozos de lo que parecía la voz de un hombre q de vez en cuando lanzaba al aire frío bocanadas etílicas, mas allá detrás de una huincha amarilla y al frente de todos los espectadores había una pareja bastante mayor con los rostros deformados , como si se les fueran a salir los ojos , en el suelo un joven con una rosa en la mano sentado y con la cabeza gacha, no quizo seguir distrayéndose con toda la bulla y las luces de las balizas reflejándose en el pavimento , siguió observándola un largo rato, sus manos delicadas , en algun momento tienen q haber sido blancas como su cuello, ahora tomaron una tonalidad azulina con unos tintes rojos , de repente, una mano enguantada le toma el hombro, sintió un sobresalto q le subía desde el estómago

- disculpe doctor, ¿ya terminó?, es que el señor fiscal llegara en cualquier momento y va dar la orden para levantar el cuerpo.

- Si ya terminé, gracias.

Fue muy doloroso ver q dos tipos de amarillo la tomaran , la envolvieran en una sabana blanca y luego la metieran en un saco de color verde de esos q se usan para acarrear los ternos , lo que antes fuese una mujer hermosa ahora tan solo era un paquete etiquetado, nadie limpió los restos en la calle, no quizo imaginarse lo que harían los perros vagabundos con ellos, se despidió del policía con toda naturalidad, al que no miró a los ojos, detrás de él se llevaban al hombre esposado quien seguía sollozando, la pareja anciana de rostros deformados estaban ahora al lado de la ambulancia , él parado como hipnotizado y ella abrazando la punta de la camilla q sobresalía de la puerta entreabierta, el joven de la rosa ya no estaba, quizo acercárseles, mas no tuvo el valor , pensó en irse a casa pero algo lo detuvo , era cierto que hacía frío , pero un frío aún más intenso le recorrió la espalda , de esas heladas q qeman la punta de los dedos, sintió miedo , lo que parecía una lágrima hizo cosquillas a su mejilla, quedó paralizado, había sentido el mismo frío en otras ocasiones, en ese momento no recordó cuando fue la última, no pudo gritar ,ni llorar, ni pedir auxilio , estaba ahí en medio , como un zombie, súbitamente , el frío se fue ,rompió en llanto , se alejó un poco de la gente y lloró deconsoladamente, sacó un pañuelo y se secó las lágrimas, luego,se reincorporó, se dirigió a la ambulancia, dió el pésame a la familia,y al fin pudo irse a casa.

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